El COVID-19, a parte del riesgo sanitario, desencadenó situaciones que afectaron la economía en general, obligando a empresarios y dueños de negocios a tomar decisiones con repercusión en la información financiera de sus empresas, lo que sugiere que al cierre del ejercicio 2020, presenten un panorama muy distinto al generado en periodos anteriores.
El trabajo del auditor no es ajeno a estas circunstancias, convirtiéndose en un reto para el desarrollo del proceso de auditoría, es así que la Junta de Normas Internacionales de Auditoría y Aseguramiento (IAASB) y la Federación Internacional de Contadores (IFAC) en una serie de publicaciones, muestran las implicaciones globales de la pandemia y aspectos que debe tomar en consideración el auditor al momento de emitir su informe, respaldando el desempeño del profesional de auditoría y buscando mantener el nivel de confianza en los informes financieros sujetos a su examen.
A continuación, se muestran algunas de las consideraciones antes indicadas:
- La posibilidad de no obtener evidencia de auditoría suficiente y adecuada debido a circunstancias fuera de su alcance por prohibiciones o bloqueos a locaciones donde se encuentre la información durante el tiempo de la pandemia o acceso a personas que se relacionen con la entidad.
- La existencia de incorrecciones materiales no corregidas que ocasionen modificaciones a la opinión del auditor, como la revelación inadecuada de información relacionada con los efectos del COVID-19 describiendo de manera insuficiente estimaciones, riesgos y decisiones relevantes adoptadas por la entidad o por la mala aplicación de políticas contables tales como el reconocimiento y medición de activos y pasivos.
- Incertidumbre sobre la empresa en funcionamiento, tomando en cuenta que la pandemia sugiere un mayor riesgo, crea la posible necesidad que el auditor deba obtener mayor evidencia sobre la capacidad de la gerencia para continuar con su negocio, como lo indica la NIA 570 que establece que el auditor evaluará si ha obtenido la evidencia suficiente y adecuada, acerca de la aplicación, por parte de la dirección, del principio contable de empresa en funcionamiento.
- Las cuestiones clave de auditoría a ser comunicadas en el informe deben analizarse bajo la óptica de las situaciones acontecidas por la pandemia y las decisiones que haya adoptado la gerencia bajo estas circunstancias, ya que podrían ocasionar problemas para la ejecución de los procedimientos de auditoría, necesarios para la obtención de evidencia que permita tener seguridad razonable sobre los saldos de los estados financieros, base de su opinión. Si bien la NIA 701 considera que, de existir una opinión modificada producto de la incertidumbre material de empresa en funcionamiento o incorrecciones materiales no corregidas y la imposibilidad de obtener evidencia de auditoría suficiente y competente, estas por naturaleza son cuestiones clave de auditoría, pero no se describen en dicha sección, sino que se incluye en ella una referencia a lo indicado en la sección de fundamento para la opinión modificada.
Para tener una comprensión más amplia del tema es importante tomar en cuenta las NIA 700 Formación de la opinión y emisión del informe de auditoría sobre los estados financieros, 701 Comunicación de las cuestiones clave de la auditoría en el informe de auditoría emitido por un auditor independiente, 705 Formación de la opinión y emisión del informe de auditoría sobre los estados financieros y 706 Párrafos de énfasis y párrafos sobre otras cuestiones
en el informe emitido por un auditor independiente.
Fuente: www.ifac.org